El conseller d’ Interior, Relaciones Institucionales y Participación, Joan Saura, ha anunciado hoy que enviará en las próximas horas al juez Garzón el mapa de fosas de Catalunya y el censo de desaparecidos que elabora la Generalitat desde 2003. En respuesta a la investigación abierta por Garzón sobre los desaparecidos durante la Guerra Civil y la dictadura franquista, la Generalitat ha enviado al juez el mapa con las 179 fosas detectadas en Cataluña y el censo de desaparecidos durante la guerra o bajo el régimen franquista que está elaborando. Este censo, que la Generalitat inició el año 2003, incluye 2.400 nombres de personas desaparecidas y el presunto lugar y fecha de la desaparición o fusilamiento.
El conseller ha hecho este anuncio en Madrid, donde ha participado en la inauguración de la exposición En Transició, una muestra que invita a recuperar la memoria histórica y reflexionar sobre un momento histórico que ha marcado la vida política, social y cultural de Cataluña y España. Durante su intervención, Saura ha destacado que “la exposición demuestra que la democracia es una conquista social que quiere ser un homenaje a la ciudadanía y hace una lectura abierta y plural de la transición”.
La producción, que no toma como protagonistas a los políticos sino a los ciudadanos y a los colectivos, fue una iniciativa de la Dirección General de la Memoria Democrática de la Generalitat (Dep. de Interior, Relaciones Institucionales y Participación) con motivo del treinta aniversario de las elecciones de 1977 y el conseguimiento de la democracia. La Generalitat coprodujo la muestra con el Centro de Cultura Contemporánea (CCCB), la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales y la Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior.
La exposición se pudo ver desde noviembre de 2007 hasta febrero de 2008 en el CCCB de Barcelona, más tarde en Cádiz, y ahora se podrá visitar en Madrid, dentro de un itinerario organizado por la SECC.
Más de 2.400 desaparecidos y 179 fosas localizadas
El mapa que la Generalitat hará llegar al juez sitúa 179 fosas comunes en toda Cataluña y es el fruto de una investigación iniciada hace 5 años y que continúa aún abierta. El mapa identifica 88 fosas certificadas a través de documentación municipal, registros de los cementerios, listados de difuntos de los hospitales militares, etc. El resto (91) no están certificadas de forma documental pero sí que se consideran muy probables por la coincidencia de los testimonios orales y los datos historiográficos. Geográficamente, las fosas se sitúan mayoritariamente a lo largo del frente estabilizado (Noguera Pallaresa, Segre y Ebro) y sobre todo en los puntos en que se estableció una avanzada y en la zona de la Batalla del Ebro. La mayoría son de soldados anónimos y no están dignificadas ni señalizadas.
Por lo que respecta al censo, iniciado el 2003 obedeciendo un mandato del Parlamento, incluye los nombres de 2.400 desaparecidos. Esto quiere decir que 2.400 familias han solicitado ayuda para saber donde murió un antepasado suyo desaparecido durante la guerra o la inmediata postguerra, cómo lo mataron, si fue enterrado en una fosa común, etc. La mayoría eran soldados, casi todos del ejército republicano muertos en el frente. El resto son civiles muertos en diversas circunstancias durante la guerra o la postguerra: represaliados en la retaguardia republicana, víctimas de bombardeos, represaliados por las tropas franquistas o fusilados después de un consejo de guerra. Como Cataluña es la única comunidad que ofrece este servicio, llegan peticiones de familias de otros puntos del Estado con familiares de personas desaparecidas en Cataluña (371). Las peticiones se hacen directamente a la Generalitat o bien a través de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica.
De las investigaciones iniciadas, en un 20% se ha encontrado documentación sobre los últimos días de la persona desaparecida y se ha podido entregar a la familia.
